lunes, 23 de febrero de 2009

EVALUACIÓN DE LA CALIDAD EN UN CURSO DE E-LEARNING.

Al interior de todo sistema u organización social educativa es preciso y necesario contar con información permanente y pertinente sobre su ejercicio y resultados, ya que esto permite introducir reformas en la manera de operar y reorientar su accionar adecuadamente. El e-Learning en nuestra época, es visto como una opción de formación y trae consigo una variada gama de propuestas que día a día son implementadas en diversas instituciones educativas del mundo.

Este escenario conlleva a la comunidad académica a reflexionar sobre la relación del binomio CALIDAD-EVALUACIÓN en el proceso formativo y a pensar en la manera estratégica de establecer un sistema de gestión de calidad en aras de obtener la certificación de las propuestas de formación enmarcadas en esta metodología educativa.

En los programas académicos de e-Learning la calidad connota éxito o eficiencia de la actividad formativa, la cual se determina evaluando diferentes aspectos a través de información veraz sobre el proceso de enseñanza-aprendizaje sumado también a las evidencias y realizaciones de los otros componentes que involucra realizar dicho proceso. El análisis posterior de esta información conduce a soluciones válidas y contextualizadas de la función de la organización; traduciéndose en las políticas y estrategias a seguir para instaurar dentro de la institución calidad educativa. Ahora estos instrumentos, los contenidos, el grado de satisfacción del público, los aspectos del proceso de enseñanza-aprendizaje, el nivel educativo, el monitoreo y evaluación, las etapas del período de formación desde el análisis de necesidades hasta la optimización continua del acto formativo como tal, y el presupuesto sobre e-Learning, entre otros, son algunos de los aspectos a considerar dentro de la evaluación. Frente a este cúmulo de variables se podría decir que estandarizar y generalizar un patrón común de la evaluación de la calidad del e-Learning, representa definir el proceso y la actividad de manera integral basados en estándares que garanticen cumplimiento con los requerimientos internacionales en la materia.
Es por lo anterior que la calidad se aplica en la educación como un procedimiento para indagar por sus resultados y como una forma de introducir criterios y medidas de racionalización de sus procesos. A partir de allí surgen dos tipos de respuestas: una centrada en los resultados y otra en los procesos. El primero le confiere importancia a la acción de socialización que implica el mismo acto de la educación, introduciendo la formulación de indicadores que hagan visibles y valorables estos logros.

Y la segunda hace referencia a los diversos procesos que se dan en la organización educativa en término de su ejecución, desarrollo y resultados atendiendo a un nivel de requerimiento mínimo de las condiciones propias que deben darse en el acto formativo tales como, materiales y contenidos adecuados, recursos administrativos y financieros, aspectos curriculares y académicas, entre otros. El nivel de requerimiento (cualitativo o cuantitativo) o estándar se refiere a un agente (académico o administrativo), a una unidad académica, y a los recursos necesarios para el desarrollo de la formación en los diferentes tipos de práctica de los actores del proceso y sus componentes.

De otro lado, observamos como la dinámica del conocimiento afecta sustancialmente las formas de su producción y reproducción, creando profundas transformaciones en los contextos de interacción educativa. De allí que el modelo de estándares de calidad se dinamice y estructure como una disciplina descriptiva y detallada del quehacer de las instituciones de educación en el ámbito de la formación, investigación y proyección social. Con esta pauta es posible analizar el acontecer de una institución en sus diferentes dimensiones y prácticas. Si bien los diferentes modelos pueden asumirse, igualmente, como un estudio evaluativo, también es cierto que puede considerarse como una herramienta científico prospectiva, susceptible de redimensionar a las instituciones cualitativa y cuantitativamente. También vemos como, en derivación de esta tendencia el sector educativo afronta demandas permanentes y cada vez mas exigentes sobre las políticas de calidad de los programas de formación y es así como éstas se ven abocadas a la construcción de su propia capacidad intrínseca de transformarse para producir profesionales idóneos y dignos de una sociedad cuyos espacios ocupacionales y profesionales son cada vez más rigurosos.

Después de lo anterior, particularmente considero que son cinco los elementos de calidad fundamentales a considerarse en un programa de e-Learning. En primer término, el referido a la Gestión del Conocimiento, o la identificación y captación de contenidos de tipo científico y/o divulgativo susceptibles de ser material de aprendizaje en dicho entornos.

En segundo lugar: los procesos de estructuración de la información y los contenidos educativos necesarios para la adecuación al medio.

El tercer factor es el referido al diseño instructivo, proceso imprescindible para dotar a los contenidos de una orientación didáctico-pedagógica estructurada de acuerdo a una teoría del aprendizaje coherente con los contenidos propios de cada materia y también con las demandas, objetivos y perfil de los usuarios potenciales.

A este aspecto habrá que unirle el relativo al potencial de la plataforma de tele-formación, tanto en sus características de gestión administrativa, como de recursos de comunicación, aprendizaje y evaluación, que en conjunto, se denomina como ADECUACIÓN TÉCNICO-INSTRUCTIVA, responsable junto a la disertación anterior de la interacción exitosa del proceso. Y un último elemento lo constituye el necesario control de calidad de los procesos y contenidos desarrollados en el programa con objeto de contrastar si los elementos anteriormente descritos satisfacen las expectativas y demandas de los estudiantes y el perfil de formación ofrecido por la institución.
Por último y a manera de conclusión es preciso anotar que si se pretende obtener una respuesta válida sobre los procesos de formación educativa y profesional en todo sus niveles en esta modalidad se deberá definir claramente cuáles son los parámetros que la institución considera evaluables en términos de calidad y en qué medida la certificación y la acreditación son relevantes, teniendo en cuenta que la evaluación estará atravesada por variables características que hacen única cada situación de e-Learning.

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